¿Que es lo que tienes enfrente?
Un bloque enorme de mármol, ese cubo lleno de polvo blanco que se ve de una altura equivalente a ese tiempo que tienes de pareja, noviazgo o de casado, ¿como podemos pensar en eso?
El tiempo que estas con esa persona que dijo el si, que acepto ser tu compañera o compañero, que acepto el ser esa contraparte tuya, esa persona que te entrego su corazón en un momento de enamoramiento, reproche, celos inclusive para evitar la soledad, con el miedo en la nuca y los nervios de salir lastimado o lastimada, pero esta junto a ti.
Parados enfrente de este gran cubo que ahora nos estamos convirtiendo responsables de el, te acercas, lo inspeccionas, te da miedo como también curiosidad porque esta a tu vista y peor aun te llena de un sentimiento de responsabilidad, algunos por temor a este, mejor se alejan, dejan el cubo allí, inclusive sin hacerle nada solo dejan que este se vaya desintegrando con el tiempo, otros lo empiezan a tocar y como no tienen la minima idea o solo quieren jugar con este, solo crean grietas y se esfuman, creando temblores al cubo que no ha hecho nada se derrumba.
Pues como todos los cubos, ninguno es igual, claro este no es perfecto, algunos no tienen esquinas, otros ya tienen algunas manchas, tienen irregularidades, inclusive otros la piedra no es lisa sino áspera y llena de agujeros, pero eso es lo atractivo de cada uno de ellos, los hace especiales, el problema es que no todos ven lo especial que es.
¿Ya sabes como es tu cubo?
Porque no hay un mapa, instructivo o un stencil de que es lo que debemos e hacer para que este cubo, poco a poco en cada golpe del cincel que demos vaya formando una figura hermosa, el amor es abstracto, no es de una forma de corazón, es la figura que te haga sonreír, que te haga brillar por un nuevo día, que no opaque tu esencia, lo particular de esto es que dependiendo de los toques, caricias, palabras, piedras que caen porque las tiran otras personas tratando de lastimar tu cubo, se va transformando, vas entendiendo la idea? Somos nuestro maestro de obra, nuestro propio Miguel Angelo, no lo digo para que vayas transformando este cubo tu solo, lo mejor es hacerlo en conjunto.
Que tu seas el cincel y tu pareja sea el martillo o viceversa, una sola herramienta no puede hacer nada sin la ayuda de la otra, cada meta, cada sueño, cada problema, cada objetivo en especifico se convertirá en tu cubo.
Claro que hay días en que ni el cincel ni el martillo querrán trabajar, se pondrán en discordia, porque uno pego mas fuerte cuando no debía, fallo en un lugar, que no hay sincronía, que al momento que se necesita tenacidad no lo tiene uno, cuando se necesita suavidad o toques delicados el otro no quiere, se agobia uno porque le pegan periódicamente por los errores o problemas pasados, pero hay días en que existe la armonía y es una canción el escuchar trabajar en conjunto, ¿no crees que es bellísima la música que logras al trabajar juntos?
Una vida entera necesitaras para conocer que figura lograron crear, si en algún momento el cincel o el martillo ha sido lastimado y tu cubo se va deformando, tocara como responsable el echar la mano, te tocara reparar tanto el cubo como tu cincel o tu martillo, ya sea porque se oxido, porque recibió muchos golpes, ambos necesitan ser reparados y esto no se logra de la noche a la mañana, lo importante es dedicarle tiempo a que ambos puedan curarse, poner las vendas donde toque, reforzar las areas, pero hacerlo juntos, claro uno mismo puede curarse algunos golpes por el propio orgullo y otro puede hacerse el fuerte y no saber que hacer, te esfuerzas tanto en recuperarte tu solo que dejas a un lado que tu cubo sigue allí, que te esta esperando a que sigas y que lo completes, es tu pieza, es la pieza de tu pareja, es de ambos.
No hay prisa, ni es carrera de caballos, tu cubo va ir creando la figura que vayan creando juntos, que sea una aventura, que sea una tragedia, que sea épica, que el polvo de tu trabajo se vaya transformando en huellas del tiempo que antes eran cuatro y luego que sean seis, ocho o mas, que los trozos que vayas dejando que sean las historias de alegría que han creado, que los cúmulos de arena de mármol sean las fotografías con abrazos y besos apasionados, que la arena negra que ves en el basurero sean solo los malos recuerdos, que cada area del cubo sea una caricia, una sonrisa, una cena juntos, tus noches de intimidad, que el cubo sea su esencia, esperando que al final de nuestro tiempo prestado para crear nuestros cubos y transformados llegue a su fin, estes a la par de tu martillo o de tu cincel para ver las obras de arte que han creado juntos.
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