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Que ese sentimiento que te presiona el pecho, que hace que la boca te tiemble, que entres en calor, que, si es mucho te desahogas con golpes, ¿cuál es el objetivo de enojarse, cual es la razón que tu cuerpo reaccione de esta manera?
¿No crees que es desgastante para ti?, sea lo que sea todo tiene su posible respuesta y solución, aunque no lo veas inmediatamente, entre más alimentes al monstruo de la ira, el seguirá creciendo, peor aún si en un momento le diste de comer y pasan los días y no lo dejas ir, en algún momento ese pequeño animalito será un monstruo de cuatro cabezas incontrolable y que solo falta que le piquen con un palillo de dientes para que saque fuego.
Podrás culpar que la razón de tu enojo es el medio ambiente, porque se te atravesó una persona al momento que conducías tu vehículo, tu familia, el esposo o esposa, el trabajo, el dinero, etc, puede ser cualquier cosa, pero la realidad es que buscas una razón más para darle de comer al animalito.
Respira, toma una bocanada de aire porque al momento en que el monstruo está sacando fuego por la boca de la misma manera lastimas a las personas que están alrededor tuyo y no te das cuenta hasta que el fuego ya no sale de la boca.
El mejor extintor de ese fuego es practicar la paciencia, tranquilidad y pensamiento para ver alrededor que opciones tienes para solucionar la razón de tu enojo, claro no es sencillo montarse a ese dragón y tratarlo de domar, lleva tiempo y perseverancia, pero si no lo empiezas a hacer, él se dará cuenta y lo que tu creías tener encadenado, estará suelto solo esperando el momento para que le des otro pedazo de comida para seguir haciendo desastres.
Los años no pasan en vano, muchos dicen que entre más viejos más sabios, pero si no trabajas en ello, la sabiduría no llegara y solo te mantendrás enojado o enojada, no pierdas el tiempo en buscarle las tres patas al gato, te enojas y te enojas y ya, pues hay que trabajarlo todos nos hemos llegado enojar hasta que ves llover en tu cuarto y un solo pañuelo seca esas gotas de lluvia; no hay que desesperar, que ese enojo también te vuelva fuerte pero direcciónalo a sacar la casta de tu valor y fortaleza que tienes para seguir adelante, de esta manera podrás ir domando a ese dragón.
Dale espacio en tu día para meditar, trabaja en ti mismo o en ti misma, si vas a batallar deberás de ponerte tu mejor armadura, busca un lugar, aunque tengas el dragón respirándote en la nuca, busca tu mejor playlist de música para motivarte en la batalla. Concentra tu fuerza en tu respiración, cierra los ojos para mirar las opciones que tienes, en esa oscuridad que te brinda tu mente encuentra ese punto que brilla al fondo puede ser que sea la solución que estas buscando, recuerda que no tienes mucho tiempo antes que el monstruo que tienes atrás tuyo está esperando solo un pequeño bocado.
Tú puedes salir adelante, entre menos le des de comer al dragón con el pasar del tiempo llegara a un tamaño considerable que puedas calmarlo fácilmente, es triste pero el animalito es un compañero de vida no es que lo vas a lograr matar del todo porque cual ave fénix resurge de las cenizas, por lo que nos queda es aprender a domarlo poco a poco.
Tenemos la vida para aprender a domar el dragón, pero no tenemos todo el tiempo para componer todo lo que el dragón destruyo por no controlarlo.
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